Me había perdido y estaba en una calle desconocida. Iba buscando a un hombre que me iba a proponer un negocio.
Llegué media hora antes para buscar el sitio. Pero la calle llena de personas, el polvo de las construcciones y los vendedores ambulantes no me dejaban ver dónde era.
Volví a la primera calle, y reconocí la tienda donde había ordenado un café hacía ya una hora. Ya eran las 2 y media, y la cita era a las dos. Imposible llegar.
Entonces entré a la casa de al lado. Era una casa desconocida, pero yo sabía que era de mi familia. De mi «otra» familia. Qué extraño… ellos me conocían y yo también, pero no éramos nada.
Entonces lo vi, pasando a mi lado con otra mujer. Tuve un sobresalto, pero me quedé callada. Solamente me atreví a mirarlo por detrás de la espalda de ella. Y él me miró también. Pero supe que, de cualquier modo, no había nada más que hacer.
mmmm, ¿algún tipo de celos?
Abrazo.
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