Abrimos los ojos en medio del oscuro,
como tantas veces, pero esta vez
¿dónde estabas?
Ya no estás en mí.
Espero estés en ti mismo.
¿Dónde has ido?
Quisiera poder traerte de vuelta
de tu viaje largo
donde te has perdido.
No sabemos si volverás,
pero sabemos
que se ha muerto el día
y ha dejado el velo,
el negro de tus ropas,
el negro de tus ojos,
tus cabellos lacios.
Cerramos los ojos en medio de la luz
como tantas otras veces, pero ahora
te sé de memoria
y te encuentro ya sin buscar tu mano.
Estás en mí,
te ausentas de ti mismo,
pero volverás
en alguna forma extraña, en soledad.
Vendrás a envolverme
de caricias que no diste a tiempo.
Vendrás sobre mí
en amor tardío y a destiempo.
Sabemos ya que ha nacido la tarde,
que ha traído un fulgor sepia
y lo ha endulzado todo en el dolor.
Alejados y juntos,
este atardecer no estamos solos.
Aquietamos la mirada en medio de la sombra.