Estábamos en un supermercado tratando de pasar inadvertidos. De cierto modo, estábamos cazando a unos hombres… malos. La misión era negociar con ellos y ganarnos su confianza.
Él se acercó a ellos y me dejó esperando escondida. Después de hablar lo retuvieron por la fuerza.
Salí de allí, y en un parque me encontré contigo. Nos sentamos en una banca de piedra y te conté sobre el secuestro y lo preocupada que estaba. Sus padres me preguntaron por él, les dije que no le llamaran, que era esencial para que pudiera salir con vida de la misión, que ellos no sospecharan nada.
Luego estaba en el trabajo, hablaba contigo por el messenger y me sentía aturdida de tanto trabajo y pendientes. Además estaba en un nuevo lugar y con nuevas personas.
Entonces él volvió y traía una silla de ruedas. Fuimos por el lugar robando cosas y divirtiéndonos.