Manejaba de prisa y de noche bajo la lluvia. Recuerdo vagamente que había estado antes en casa de mis padres. Buscaba algún lugar específico y tenía miedo de chocar en la oscuridad, de derrapar en el pavimento mojado. Iba acompañada: una mujer me guió hacia el sitio en que la carretera se convertía en una especie de glorieta, un camino en espiral, circular, cuyo centro estaba custodiado por un hombre.
«Es aquí», dije y él respondió: «Sí, tienen que bajar por aquí» y señaló una especie de túnel que iniciaba allí. Ella se aventó primero con los pies por delante y boca abajo. Yo me incliné sobre la abertura con la cabeza por delante. Ella trató de sostener mi mano para que cayeramos juntas, pero no me alcanzó: solo oí su grito.
Cambié de idea y me gire para caer como ella, de pie, y me lancé. Pero en vez de una caída sin control, me encontré cayendo suavemente y luego bajando por una escalera en cuyo rellano siemptre habia alguien a quien saludar. Pisos y pisos…
Recordé inevitablemente la caída de Alicia, una caída que hasta producía ganas de dormir. Y supe que la intención era que yo olvidara que estaba soñando o cuál era mi misión. Creo que funcionó ya que después sólo recuerdo imágenes vagas: lluvia, balas persecuciones, pero creo que fallé en mi misión.

«Y supe que la intención era que yo olvidara que estaba soñando o cuál era mi misión. Creo que funcionó ya que después sólo recuerdo imágenes vagas: lluvia, balas persecuciones, pero creo que fallé en mi misión.» … Wow, qué final…
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oh, me acordé perfecto de este sueño, como si lo hubiera soñado anoche. Qué maravilla. Gracias por esto.
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Gracias a ti 🙂
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