Varias tareas que debía cumplir y nunca terminaba.
Volvía a la oficina para tomar dinero e ir a comer. Todos los escritorios estaban cubiertos de cortinas.
En el comedor, tardaba años en conseguir algo. Se hacía tarde y me pedían que volviera para llevar algunas cosas.
Para no molestar, debíamos tomar otra ruta: un túnel dentro de un clóset (aquel clóset de mi pasado).
Con varias cosas en las manos, debía arrojarme de espaldas por el tubo amarillo. Estaba ansiosa por hacerlo, pero tenía miedo.
Trataba de llevar más y más cosas. Pienso que estaba cerca de lanzarme cuando sonó la alarma.