(Javier dice:) Estábamos en el campo de guerra. Ya habíamos acabado con los alemanes cuando cruzamos la colina. Todo nuestro ejército estaba en posición, pero de nuestro batallón sólo quedaban 15 soldados. “Bring the boys back home”, cantábamos. Y todos los demás nos miraban como pensando: “Ya llegó el batallón de los locos”. Ibamos a hacer un gran ataque.
Tú estabas allí en la guerra. Entonces decidí casarme de una vez contigo, te dije que si no era ahora, probablemente íbamos a morir en la guerra. Frente a una gran piedra, un padre nos casó. Era grande y gordo, como el Fraile de Robin Hood.