Estaba de nuevo en aquella casa de mi infancia. Entraba al departamento de abajo, el que no era nuestro. Allí vivía una amiga pelirroja. Le dije: “Ah… ¿ahora vives tú aquí?”. El departamento era pequeño y ordenado, con pocos muebles.
Salí de allí y me dirigí hacia donde estaba reunida mucha gente en gradas sobre pasto, viendo algún espectáculo. Encontraba a una amiga que estaba embarazada y a otro amigo que hace años dejó de verme.
No mucho… sólo esa casa de mi infancia. Ahora debo subir la escalera.