Tu peso muerto,
grabado en la piedra.
Tu pecho hundido
que no volverá a respirar.
El pie inmóvil que cuelga,
la mano inerte.
Los dedos entre la tela
de la mano que te sostiene.
Tu nariz sin aire,
tu rostro rígido
petrificado en el gesto final.
¿Cómo alguien plasma
la inhalación que no volverá,
los pulmones que no se henchirán?
¿Cómo alguien esculpe
un pie que se quiere besar?
Fotografías tomadas en la exposición Miguel Ángel Buonarroti, un artista entre dos mundos (Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, septiembre de 2015).
Acompaño esta entrada con una galería de imágenes de esta muestra aquí: ‘Miguel Ángel Buonarroti, un artista entre dos mundos’.
Pingback: ‘Miguel Ángel Buonarroti, un artista entre dos mundos’ | Carla Paola Reyes
Precioso poema.
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¡Muchas gracias, Melba!
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No hables más! El dolor me invade con este sublime poema y comienzo a llorar…
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Oh no, Romina. No era mi intención hacerte llorar, pero bueno, te conmoví al menos. Un abrazo para compensar 🙂
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Hermoso, Carla. Un abrazo.
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Muchas gracias, Carlos. Abrazo a ti. 🙂
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Muy hermoso poema, gran sentimiento. Está genial.
Saludo
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Muchas gracias de verdad. Saludos. 🙂
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Chi è quel che per forza a te mi mena?
chi mi difenderà dal tuo bel volto?
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Ya sabias italiano… 🙂
Sí, ¿quién me defenderá de esa belleza?, eso sentí.
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No me habia dado cuenta que habias comentado esto.
Se tu incateni altrui senza catene,
e senza mane o braccia m’hai raccolto,
chi mi difenderà dal tuo bel volto?
—
Si me has encadenado sin cadenas
y sin brazos ni manos me sujetas,
¿quién me defenderá de tu belleza?
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