Apenas me había dormido cuando sentí que caía en un abismo. Más profundo que nunca, más fuerte que nunca.
Moví mis brazos y mis piernas en un intento frenético por aferrarme.
Mi corazón, palpitando a todo.
Creo que esta vez mi alma sí iba a lograr escapar de mi cuerpo.
Me desperté asustada, más asustada que nunca.
Por suerte aún estábamos abrazados, por suerte él aún estaba despierto.
Dijo que me cuidaría, pero yo tuve miedo de dormir de nuevo.
Y esta sensación de que nada es real…
Ay q miedo q me da.
Me gustaMe gusta