No era un grillo,
eran dos.
Y se hablaban
casi a compás.
Besé el silencio
de la noche larga.
Y supe distinguir
en su canto
el leve desfase
de nuestros llantos.
Esa fue mi señal.
La noche aclaró
y la mañana fue un sol.

Fotografía: Crissanta
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Hermoso. 🙂
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Gracias!
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Buen poema, y muy buena foto, larga exposicion …
Abrazos
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Gracias, Leo. Besos!!
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Me encanto
Y la foto muy buena también
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Gracias, Doris. Saludos!
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Desde Reescrituras te nominamos para el premio Dardos, en http://reescritura.wordpress.com/2014/09/22/blogs-y-premio-dardos/ encontrarás un poco más acerca de la distinción.
Saludos!
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Reblogueó esto en Cultureando en Barinas.
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