Me atraes hacia ti,
cabeza con cabeza:
descubriste que me puedes abrazar
si me jalas las orejas.
Ojos contra ojos,
boca contra chupón,
nariz contra nariz,
corazón contra corazón,
soul against soul.
Te hice un beso esquimal
y te echaste a reír.
Y pensar
que pensé que te perdí
cuando quise que te fueras,
que pensé que no vendrías
cuando no quise que vinieras
y luego cuando sí.
Pero te encontré en la pradera…
Te pensé estrella
y eres sol.
Te pensé abstracto
y eres materia.
Me pensé piedra
y soy ternura
(aprendida).
Nos pensé muerte
y somos vida.
¿Me has perdonado?
Pero ¿y ella?

Este poema rebosa de ternura y de amor. Que poderoso puede llegar a ser el amor hacia los hijos.
Bellamente expresado. Has dejado a un escritor sin palabras ✨.
Abrazo ecuatorial 😊
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