Prefiero pensar que son mariposas
las ideas que revolotean mi cabeza,
cuando estoy dormida y despierta.
—No saben salir de mí—
Pero sé que son polillas negras
de aquellas que anuncian muerte
como la que yo una vez fui.
—Buscan luz y no hay—
Se estrellan en las paredes,
chocan contra muros de la mente.
Me gritan sin fin.
—Sáquenlas de allí—
Y en el cuerpo no hay nada más.
Por dentro, dolor en cada fibra,
en carne viva.
—¿A dónde han de ir?—

Imagen: Crissanta
Cuánta fuerza tienen siempre tus versos. Escribes con mucha personalidad y eso me encanta. ¡Un abrazo!
Me gustaMe gusta
Gracias, Benjamín. Me honran tus palabras. Será que a veces lloro mientras escribo… Un beso.
Me gustaMe gusta
Un buen poema!
Me gustaMe gusta
Muchas gracias Julie.
Me gustaMe gusta
Realmente atrapan tus letras. 🙂
Me gustaMe gusta
Muchas gracias por leerme y dejarme tan bello comentario. Me halagas.
Me gustaMe gusta
No es un halago… 🙂
Me gustaMe gusta
🙂
Me gustaMe gusta
¿El dibujito lo hiciste tu?
Me gustaMe gusta
Sí. No sirvo para eso, pero me dio calma dibujarla.
Me gustaMe gusta
Me gusta, muy obscuro …
Me gustaMe gusta
Gracias, Leo. Me sentía obscura al escribirlo…
Me gustaMe gusta