Corazón roto,
alma quebrantada,
cuerpo violentado,
salud extraña.
Mente por fin clara
pero en batalla.
Solo el relámpago de unos ojos
me inquieta y me calma.
Sus recuerdos me traspasan,
dejan vacíos en el alma.
Y cada noche, cada mañana,
siempre, cada jornada.
No crisis.
No colapsos.
No manos que dañan.
No lenguas extrañas.
Solo llanto civilizado
o nada.
Eso es
lo que pasa.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
¡Oh, me ha encantado!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias. 🙂 Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona