¿Por qué solté tu mano?
¿Por qué liberé el abrazo?
Tras paredes de lo ajeno
mis ojos no lloraron.
Tu voz se fue escapando
al espacio inaudible,
tu cuerpo adorado,
al terreno inasible.
¿Por qué no tuve, al menos,
un argumento pesado
que te obligara a quedarte
y a quererme con los años?
¿Por qué quedamos callados?
¿Por qué?
¿Por qué solté tu mano?

Foto: SXC
Publicada originalmente en Marimarus.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Muy bonito, permítame compartrilo en mi página de Facebook 🙂 Saludos!
Me gustaMe gusta
Por supuesto, será un honor. Comparte cuándo gustes y gracias por leer.
Me gustaMe gusta
Quizas solo bastaba decir quedate
Me gustaMe gusta
Si, tal vez decirlo en serio.
Me gustaMe gusta