Hand It Over…


The King stepped in;
now we’ll see who is who.
MGMT

I shouldn’t have…
that time,
not with that suprema maldad.
(But you think He wouldn’t mind?
I mean this time.)
No, He is the Lord of it all,
even if I’m insecure of how to reply
to His demand.

—This time… Hand it over. It’s yours and it’s mine.
—One thing on my mind.
—It’s rightfully mine.
—In the dark
—What’s yours is mine. Make it right and give me what’s mine.
—Oh, this time.
—It’s yours and mine.
—I need time.
—No, no, it’s rightfully mine.

Verde, paja, cenizas


Las manos que se tienden
hacia adelante
—la neblina—
todo es verde
verde amargo,
verde ceniza.

En ese rincón del bosque,
el santuario
construye un puente,
un muro falso.

Tras él, puedes oírme
murmurando,
sollozando,

comer las flores,
morder lo amargo
para no morder tu mano.

Ya sé, sientes el frío,
el ligero viento húmedo
de invierno congelado.
Y no hay llamas;
yo solo fabrico
fuego morado.

Sí, la sangre,
Sí, las amenazas.
Las manos tendidas
que no llegan a nada,
nadie las tolera,
nadie soporta
entrando en sus oídos
el crescendo odiado.

#23


(Soñé que) estábamos en mi casa desayunando. Era una casa enorme con un pasillo gigante y tal vez diez cuartos. Y yo iba a poner cortinas en todos ellos y un tapete enorme en la entrada, como los vecinos. E iba a barrer los insectos y limpiar las paredes.

Estaba toda vacía y sentí que así debía ser siempre: vacía. Y nadie creía que yo fuera a lograrlo, pero yo sí. Yo pondré todo en orden.

Terrible (I)


Nadie más terrible que ella
cuando empuña el arma
con la pupila dilatada
de la fiera acorralada;

nadie más amada.

Nunca una muñeca más diestra,
espada más ágil
y más amenazadora.

Es más reina que la soberana,
es el alma,
a ratos,
trastorna el reino
y todos los mandatos.

Y yo, que soy su ama,
su carne, su dueña,
su ancla,
me encuentro a su deseo atada.

En aquella sala,
rollos de cuerda, cuchillos,
navajas, hachas*.

Si te hubiera visto,
en aquel instante,
cara a cara,
no sé quién hubiera muerto primero,
mi adorada Fausta.


*Zévaco, M. (1903), p. 206, Los Pardaillan: Una tragedia en la Bastilla, Editorial del Valle de México. https://ametzagaina.org/wp-content/uploads/2020/08/fausta-miguel-zevaco.pdf