Publicada originalmente en Marimarus
Desde la lejanía de los años
me acuerdo,
mi amor pequeño,
mi cielo,
que tus besos sabían a café,
a canela, a miel y a menta,
y a sabores que nunca probé
(sólo en ti)
(sólo en ellos)
Desde la ruina del tiempo
recuerdo
que tú decías siempre que mi piel
tenía aromas que nunca oliste:
a brisa, a algodón y a espliego,
a manzanas recién cortadas,
a jabón mezclado con té Sigue leyendo