Un dios
clavado en la cima
brilla
el que ató mis manos
para arrastrarme
Y sin embargo,
nada que reprocharle
Yo lo quise,
pedí esta agonía
Un ancla
clavada en tierra
persiste
la que ató mis pies
para maldecirme
Y sin embargo,
todo que agradecerle
Yo lo quise:
nacer de ella
ser su hija
Un diamante
es la joya
del cetro que sostiene
toda mi vida
de la columna
—rota—
que es mi eje
y mi vía
de salida

