Firebird


Tomada de Dance, art & okc, del montaje de Robert Mills.

Tomada de Dance, art & okc, del montaje de Robert Mills.

(Soñé que) veía un jardín laberíntico adornado con arbustos y piedras. Y cuando estuve en él, rodeada de gente, comencé a sentir miedo.

Había una mujer que aparecía en las esquinas y se ocultaba en los rincones. Era joven, bella y llevaba un vestido color rojo fuego: Firebird.

Yo sabía que en cualquier momento ella saldría para atacarme, que vendría para matarme. Y me dominaba el pánico y mi angustia no tenía límites.

 

Tocar la niebla


(Soñé que) podía tocar la niebla. Se disolvía entre mis manos como una cortina de gotas de lluvia diminutas y suspendidas.

A través de la ventana del salón, noté que el cielo se había oscurecido de pronto. Y se lo dije a todos, emocionada.

—Hay niebla.

A nadie parecía importarle tanto pero mi fascinación era absoluta.

Pasé horas en el sueño tratando de salir de habitaciones llenas de gente y cosas pasadas: compañeros de escuela, pertenencias queridas y perdidas.

No pude lograrlo, como siempre. Algo me detenía cada vez, me retrasaba, me hacia volver.

Fastidio. No angustia.

Ciudades lejanas


(Sigo soñando con) ciudades lejanas. Camino todas las noches por calles desconocidas y edificios imaginados.

Sueños aterciopelados en colores cálidos, anaranjados.

Una librería hermosa, una mesa de cafetería rodeada de gente de otros países, personas nuevas para conocer.

Una universidad enorme, y yo empujando una carriola a través de sus jardines y viendo un espectáculo desde las gradas de un enorme estadio.

(Él soñó) dos veces que yo caía de un edificio. La primera en un edificio extranjero y por falta de pericia, la segunda de un edificio familiar y por voluntad propia.

realidad alterna sueños caleidoscopio