Nada que decirnos,
somos dos conocidos que se desconocen a voluntad,
pero…
<<¿Sabes por qué cae el agua?>>
yo fui materia de tu alma,
vida de tu risa y asesina de tu alegría.
Debo esperar a que amanezca,
a que el frío descienda de tu rabia.
Debo esperar a que se agote el silencio,
cansado de existir…
<<por el afán de alguien>>
Miré hacia arriba,
la indiferencia que me ahogaba en un abrazo tuyo.
Miré donde se oculta el sol apenas.
Miré hacia dondequiera que está el horizonte.
Yo te hice temblar en tu fe,
tú a cambio te ensañaste en destruir mi paz.
<<¿Y si alguien dejara de esforzarse?>>
La luz amarilla de sol,
el combate día a día contra las sombras
cansa, a pesar de ser sublime.
Se enciende todo al fin del alba,
se apaga y muere todo en el desdén.
<<Algún otro acabaría muerto>>
Pero no tú, no yo, no desataremos el lazo,
por eso aún sueño y aún aguardo
y tu compañía resulta densa e imposible.
<<Sabes tú para qué cae al agua?>>
No despunta el sol, se retrasa la mañana,
asediada por el sonido de los relojes.
Debo esperar a que amanezca.
<<Para evitar la muerte de alguien>>