Cara o cruz (poesía)


Un alma en la montaña
—habría jurado que eras tú—
lanzando una moneda,
esperando
que yo pidiera
cara o cruz.

Mi alma esa mañana
en la que todo era infancia
y latidos sin razón,
nadando en la telaraña
de la consciencia apenas ganada.
Y yo sospeché que eras tú. Sigue leyendo

Reposo astral (sueño)


Abandoné la reunión siguiendo al hombre guapo, pero lo perdí de vista entre la multitud que estaba fuera del lugar.

Pero encontré a alguien más: ese hombre del pasado. Él esperaba a una chica en los escalones que daban a su casa. Y yo esperé con él. Recargué mi cabeza en su regazo, en un pequeño espacio, y me invadió una sensación de descanso y ternura. Como si toda mi vida hubiera esperado ese momento y como si eso pudiera sanar el dolor en nuestras almas para siempre.

Pasaron algunos minutos y me di cuenta de que era tarde. Quise marcharme. Se ofreció a acompañarme y yo me negué. La mujer que él esperaba salía ahora, y yo supe que él estaría bien cuidado.

Iba a meterse el sol cuando traté de regresar a casa. Me perdí en las calles y no pude lograrlo.

El hilo rojo del destino (poesía)


Día 23- NaPoWriMo (fail)

We are tied
with an impossible bond,
like a ribbon of silk
that keeps loosening up
everytime,

once,
twice,
and again
and once more.

We are bound
to be forever apart
and forever near
like parallel lines
that never touch
but never separate.

Delicate strings
of loving silk
that can never make
a solid knot.

The red thread of fate. Sigue leyendo

Semidiós (poesía)


Día 14 – NaPoWriMo

Duérmete, duérmete en ti.
No me necesites,
no me invoques en sueños.
Sufre solo, así.
para que desangre de ti cada gota de mis heridas,
para obligarte a volver de rodillas,
que sólo así podré saciar el odio que ya te siento,
mi vida.

Vive, vive en mí,
en cada huella de mi camino,
en cada rincón de amor maldito.
No te desprendas de mi presencia
como sombra en tus días.
No me desaparezcas de golpe,
no podrías. Sigue leyendo

Rendida (poesía)


NaNoWriMo – Día 8

Sometida.
En la garganta, la cuerda
que me asfixiaba
con sus hilos invisibles
y sus tejidas telarañas.

Y nadie recuerda.

Rendida.
En el pecho, el agujero
que sangraba,
que dejaba escapar el aire,
que dejaba correr el río

que sólo yo recuerdo. Sigue leyendo

Piedra (poesía)


Publicado originalmente en Marimarus

silueta hombreElla acudió a la cita, puntual.

Él se retrasaba.

Se pasó los dedos por el cabello,
nerviosa,
mientras la espera duraba.

A voluntad, dejó de mirar hacia afuera.

Y así, no lo vio cuando entró en escena,
a prisa,
con el semblante más que serio,
helado.

Cuando él llegó,
el sol de la tarde se volvió invierno.
Y las manos temblaban,
las de ambos.

Pero no se tocaron.

Él dejó que ella se explicara.
Ella habló seria, pero risueña,
con palabras ligeras, pero asustada.

Y entonces,
el invierno vespertino se volvió nevada. Sigue leyendo

Nena


(Soñé que) miraba hacia abajo desde un balcón sin rejas. Estaba acostada bocabajo sobre el piso, y mi cabeza colgaba hacia el abismo de un par de pisos. La gravedad hacia colgar mi cabello claro y largo frente a mis ojos. Lo peiné entre mis dedos, y por un momento eso me dio la señal de que estaba en medio de un sueño (en la vigilia, mi cabello  luce igual de corto que el de un chico). O tal vez esto era el futuro, pensé.

Mientras miraba hacia el balcón del piso de abajo y hacia el pasto que creía en la banqueta, sentía nostalgia. Pensaba en el hombre que debía visitarme esa tarde y cuyo retraso me hacía sumirme en la añoranza. Una añoranza que cargaba desde mi infancia, una larga añoranza de él, que yo sabía que no terminaría jamás, ni siquiera si eventualmente aparecía esa tarde en mi casa.

Abandoné la esperanza tras un rato y me puse de pie. Cuando volteé hacia la habitación que tenía a mis espaldas, vi dos figuras descansando en la cama: Mi madre y mi hija (…)

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