All the damage


«Police Line», por Jason Rojas (CC BY).

Perla en el bosque III


All the damage
that I forgave
I would forgive again
Pero la cuestión es:
I wasn’t able to understand…

Todo el daño que perdoné
lo perdonaría otra vez,
afterwards
or right there on the spot:
yo nunca quise el juicio
ni el contragolpe
cruel.

Pero la luz suave
de la sonrisa,
la claridad dorada-cobriza
me hizo entender:

There’s a ‘no trespassing’ line,
the kind of yellow/black band
that police use to hang
where there has been a crime.

And I use to tore it apart
again and ever, at once,
because I saw them tore
my body/mind apart.

Is there some kind of right
that I forwent?

¿Algún derecho primordial
al que renuncié?

¿Did I lay down the judgement
or did they?

¿Era necesario el reproche,
el castigo,
so much pain?

All the damage
that I forgave
I never made a song to explain:
yo solo pedí perdón
y avancé.

Todo el daño reverbera
en el temblor,
la quietud que vulnera,
el mutismo combatido apenas.

There is some kind of line
that I forwent,
some kind of safe límite
al que renuncié.

¿Was I to fulfill his
prediction,
como él me enseñó?

¿Am I to enjoy now
the peaceful healing
that comes along?

Achtung


Careful with that axe, Eugene.
«
No puedo contra el azul oscuro».
—No sigas el agua que bordea
el verde de las agujas de los pinos.
«But that’s only a ‘breakfast’!».

Careful with that axe, Eugene.
»No sigas por la senda
a un alma que no comprenda.

* * *

Careful with that axe, Eugene.
»Y, no sigas por la senda
a un alma que no comprendas.

 

Verano


Hubo un verano
en que corrí descalza
con las piernas rotas,
laceradas.

Hubo un verano
en que arrojé mis ojos
a un pozo,
y luego vi el dolor ajeno
a diario.

Hubo un verano
en que abrí y cerré
—con mis propias manos—
todas las puertas
que ardían al rojo blanco.

Y hubo días de ese verano
en que arrojé de nuestra casa
a propios y extraños.

Hubo un verano
que pensé que había durado años,
que sigue durando.

Hubo una tarde-noche
irrecordable de un verano
en la que —apenas me entero—
él me estuvo esperando.

Salmo 69


Perla en el bosque II


[Al bosque,
convocada
por una pregunta
años postergada].

«No me anegue la corriente de las aguas»,
pienso mientras siento
el océano dentro
subir desde mi centro.

Cuando él,
arrodillado,
sus manos sobre mis caderas,
mirando/esquivando
mis ojos lejanos,
exclama/cuestiona:

—¿Qué es lo que has dicho,
desdichada?

»¿Han sabido acaso
que me amabas?

«¡Que me trague el abismo!».
«¡Que el pozo cierre sobre mí su boca!».

Tiemblo mientras afirmo.

Y entonces veo el torrente
infiltrarse dentro del bosque
en forma de río.