Giros de viento (sueño)


Estaba en el estudio de ballet. No el de siempre; uno con paredes de madera y con ventanales que dejaban entrar un viento desesperado y dejaban ver el negro de la noche.

Y yo giraba sobre mis zapatillas como un torbellino. Había aprendido por fin cómo hacerlo.

Alguien quiso cerrar la ventana y yo la detuve diciendo que era el viento lo que impulsaba, lo que me mantenía en equilibrio.

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Foto: Carla Paola Reyes

Esa canción (sueño)


Entré volando a través de las rejas doradas que cercaban el enorme jardín.

Adentro, todo era una fiesta sobre el pasto, la gente bailaba y conversaba en pequeños grupos y comía en picnics sobre manteles.

No sé por qué me obligaron a salir casi desde que entré. Iba rodeada por una escolta, pero un hombre trataba de alcanzarme a pesar de ello. Cuando logró acercarse supe que lo conocía. Era ‘él’. Por supuesto que era ‘él’, pensé.

—¿Todavía recuerdas esa canción? —me preguntó.

—Sí, siempre la escucho cada vez que (¿?). —respondí. Sigue leyendo

Ferry y arma biológica (sueño)


Me iba de viaje. Había preparado mis maletas y mi familia me llevaba a tomar el ferry.

Bajé del auto en una calle oscura y estrecha, y me dispuse a hacer fila junto con los demás viajeros. Pero en aquel momento, se desató una balacera que nos obligó a replegarnos contra la pared. Lo curioso es que el policía que lideraba la resistencia contra los enemigos, al parecer pretendía usarnos como carne de cañón. Disparaba desde detrás de nosotros, poniéndonos en peligro.

Los enemigos amenazaban con lanzar un arma biológica contra la ciudad. Y yo me preguntaba cómo íbamos a escapar de ella si esto era una isla. No había suficientes ferrys. Sigue leyendo

Un rezo desesperado (sueño)


(Soñé que) rezaba frente a un altar frenéticamente:

—¡Dios mío, sálvanos! ¡Dios mío, ayúdame! —repetía una y otra vez.

La oscuridad era interrumpida por los rayos y los truenos resonaban en la tormenta. Y yo seguía rezando como poseída.

Al final, cuando no había ni un indicio de luz entre las tinieblas, salí a la calle. Supe que era el momento de Sigue leyendo

Matar (sueño)


cuchillo sangre(Soñé) Mi pesadilla más fea en mucho tiempo.

El lugar en que estaba no era mi casa. Me habían dejado allí a cargo de un hombre al que yo temía; se suponía él iba a enseñarme algo, algún oficio.

Yo tenía un cuarto, no era propiamente una habitación, sino un espacio para estudiar o para trabajar. Todos los muros tenían ventanas corridas en la parte superior. Y desde ahí, yo lo veía, vigilándome: alto, fornido, de piel negra.

Me llamó para que fuera con él hacia otra parte del edificio. Atravesamos un patio y entramos en otros cuartos de paredes con ventanas. Había una mujer allí, era rubia, tendría unos 40 años. Yo no la conocía.

La hizo sentarse en el piso. Y entonces el hombre tomó una navaja de rasurar y le cortó la garganta. Así, sin advertencia alguna. Sigue leyendo

Boda y muerte en el reino (sueño)


(Soñé que) Ése día iba a celebrarse la boda del príncipe y, tras el enlace, el rey le cedería la corona. Era el año T72.

Yo había sido la compañera fiel del príncipe durante toda su vida. Sin ser su hermana, le tenía el cariño fraternal de una mejor amiga. Pero no todo acababa ahí…

Yo sabía que en el fondo le amaba, pero guardaba las apariencias. Además, no estaba segura de lo que él sentía. Al fin y al cabo, iba a casarse con la hermosa chica rubia que se convertiría en su princesa.

Esa tarde yo sería una extraña mezcla entre dama de honor y best man. Sobre mi vestido de colores chillantes, se me permitiría usar una cota de malla, y una espada. Después de todo, yo era un caballero del reino. Había luchado en todas las batallas junto al rey y el príncipe. Sigue leyendo

Amigos y enemigos


explosion(Soñé que) Estábamos en un salón, amigos y enemigos mezclados; buenos y malos. Él necesitaba nuestra ayuda para escapar, para liberar sus manos.

Logramos pasarle a escondidas la llave; la puse en sus manos. Se quitó las esposas y tomó su rifle. En el mismo instante los bandos se separaron. Se apuntaron los unos a los otros con sus armas. Yo, sabiéndome incapaz de soportar la pelea, decidí huir (¡cobarde!) hacia la habitación vecina.

Era un baño. Antes de cerrar la puerta tras de mí, escuché un impacto. Una vibración sacudió al edificio y vi un destello de luz. Me asomé, asustada pero curiosa, para ver lo que era. Una explosión se veía a lo lejos a través de los ventanales.

La pelea se reanudó tras la sorpresa inicial. Corrí de nuevo al baño y esta vez si cerré la puerta. Sigue leyendo